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28 – Segmentación y calidad

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"De estas consideraciones, con las que no hemos hecho sino traducir a lo consciente lo que en el alma del protagonista tiene que permanecer inconsciente, deduciremos que lo que en Hamlet hemos de ver es un histérico"1.

 

En la unidad anterior vimos, en líneas generales, cómo funciona Wordfast. Antes de entrar en más detalles, puede ser importante detenerse a pensar en lo que puede aportar la segmentación del texto en cuanto a la mejora de la calidad de la traducción. También esta tecnología, al igual que otras que ya hemos tratado, tiende más a mejorar la calidad del trabajo que a incrementar la productividad.

El trabajo con la mirada puesta en la pantalla. En la traducción tradicional, el traductor debe desplazar la mirada continuamente desde la página impresa con el prototexto a la pantalla en la que compone el metatexto. Ese movimiento continuo implica un esfuerzo físico y emocional, ya que si en la pantalla es más fácil localizar fácilmente el punto en que se está escribiendo, gracias al parpadeo del cursor, es mucho más difícil trasladar la mirada directamente a la frase que se traduce desde el papel.

Por esa razón, algunos traductores utilizan "marcadores de texto": chinchetas, alfileres de corbata, libros u hojas de papel, que van desplazando a medida que avanza la labor para resaltar la frase siguiente. Es un sistema que presenta ciertas desventajas, por ejemplo, es posible que el objeto que se emplea para marcar el texto se mueva accidentalmente y desvíe la mirada del traductor. Además, el desplazamiento continuo del marcador interfiere con otras actividades necesarias y consume tiempo.

Por otra parte, el hecho de fijar la vista en la superficie de la pantalla y a continuación en una superficie con iluminación distinta y a otra distancia, como la página impresa, impone una gran fatiga a los músculos ópticos. Una dificultad añadida en cuanto al reconocimiento de caracteres (en especial por la fatiga visual) proviene de la diferencia entre el tipo de letra de la pantalla y el de la página impresa, con medidas, tipo y forma diferentes.

Por el contrario, al utilizar Wordfast el ojo no necesita buscar el punto de lectura del prototexto ni el de escritura del metatexto. Ambos aparecen en pantalla, uno sobre el otro, con distinto color de sombreado, bien delimitados, con bordes nítidos respecto al texto anterior o al posterior. Ocupan la misma posición en la pantalla, con independencia de que se trate de la primera o de la última frase de la página, o de una frase a caballo entre una página y otra: aparecen siempre en un punto central de la pantalla. Además, como se trata de un archivo Word estándar, naturalmente se puede personalizar el tamaño mediante la opción Ver-Zoom.

La localización del punto correcto. Hay otra contribución importante de Wordfast a la calidad de la traducción, y es la imposibilidad de perder el lugar. Uno de los errores más triviales, pero también de los más serios, que puede cometer un traductor es la omisión de texto. Suelen producirse cuando, en un punto próximo de la página impresa, aunque en dos renglones distintos, figura la misma palabra al final de la frase o, aún peor, la misma combinación de palabras. En esos casos, es fácil que el traductor interrumpa la traducción donde aparece la palabra o combinación de palabras por primera vez, y la continúe donde vuelven a aparecer, omitiendo el texto intermedio.

Insisto en que se trata de un error trivial. Es difícil que en un curso de traducción el profesor explique cómo evitarlo, pues es obvio que basta con mantener la atención necesaria. No hay nada que enseñar, sólo hay que estar atento. De hecho, nos consta que traductores de todo tipo y prestigio, desde los más consolidados hasta los principiantes, cometen ese error con más o menos igual frecuencia.

Es un error en el que también caían los amanuenses de las bibliotecas medievales y es uno de los principales causantes de la corrupción de los textos.

Aunque se trate de un error banal, las consecuencias pueden ser muy graves. La omisión de parte de un texto es claramente imperdonable para un profesional y puede ocasionar errores de comunicación y de interpretación. Es el error más trivial y también el que puede acarrear consecuencias más nefastas.

Con Wordfast desaparece ese error, ya que el propio programa examina el texto frase por frase de manera automática y lo presenta al traductor, que no debe realizar esfuerzo alguno para observar el texto que tiene ante sí. Además, la repetitividad de un texto, que es lo que suele provocar esas omisiones, al utilizar memoria de traducción se convierte en una ventaja, dado que el programa normalmente aporta soluciones para las frases parecidas.

Precisión y transcripción de las partes que no varían. Otro elemento por el que las memorias de traducción son un instrumento muy valioso para la calidad, es el caso de las partes de texto que no requieren traducción. Por ejemplo, pueden ser números, siglas, códigos, fórmulas, dibujos o instrucciones de formato de página. Cuando Wordfast encuentra partes del texto que no se traducen sino que sencillamente deben copiares, los sitúa automáticamente en el metatexto y propone al traductor la frase siguiente.

Ese procedimiento, que permite ahorrar mucho tiempo, también es útil para garantizar la precisión de la transcripción. Por ejemplo, no es necesario buscar los caracteres extraños de las fórmulas, ni preguntarse si un carácter es un cero o una "o" mayúscula, ni hay que transcribir números y fechas, ya que el programa se encarga de dicha operación.

Diseño de página. Otro aspecto que se puede pasar totalmente por alto con Wordfast es el diseño de página. El programa reproduce automáticamente todos los ajustes de la página sin requerir la intervención del traductor. Columnas, marcos, texto oculto; todo se reproduce con exactitud en el metatexto. Tal vez sólo sea necesario ajustar ocasionalmente y de manera manual la cursiva y las negritas, al variar su posición en el metatexto.

Glosario y terminología. La función del glosario, que veremos en la siguiente unidad, así como la diversa coloración del fondo de los segmentos de texto, son elementos que contribuyen a la coherencia terminológica. Básicamente, se puede crear un glosario por cada cliente, lo que facilita el mantenimiento de la coherencia lingüística en cada tipo de tarea. Si el traductor elige una solución que entra en conflicto con el glosario del cliente en cuestión, aparece un mensaje de advertencia.

Estas y otras funciones mejoran el control de calidad de las traducciones. Lo veremos en las unidades siguientes.

 

BIBLIOGRAFÍA

FREUD SIGMUND, La interpretación de los sueños, traducción de Luis López-Ballesteros y de Torres, Alianza Editorial, ISBN 84-206-1036-4.

FREUD SIGMUND, The Interpretation Of Dreams, translated by A. A. Brill, London, G. Allen & company, 1913.

CHAMPOLLION YVES Wordfast, disponible en la dirección www.wordfast.org, consulta realizada el 23 de mayo de 2004.

 


1 Freud 1900: 244.


 



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