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2 - Accesorios y ergonomía

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"El retorno a la infancia es expresado también, en otros casos, por la conversión del tiempo en espacio"1.

La unidad anterior está dedicada mayormente al ordenador o computadora. Sin embargo, la elección de los dispositivos periféricos también requiere mucha atención.

El monitor es uno de los componentes más importantes que debe elegir el traductor, ya que pasa muchas horas frente a él. Dado que las pantallas están iluminadas, y que la luz que permite la lectura es intermitente (aunque el ojo humano no siempre perciba dicha intermitencia como tal), el ritmo de intermitencia es un factor esencial de la fatiga visual.

Además, la imagen del monitor, dependiendo de su definición (la precisión de la imagen), está formada por un número mayor o menor de puntos (píxeles, según la terminología al uso). La frecuencia de la renovación de la luz o parpadeo de cada píxel (o punto de los que forman la imagen) puede ser más o menos fatigosa para la vista. Si la frecuencia es muy elevada, el ojo no tiene tiempo de percibir la intermitencia, ni siquiera de manera consciente, por lo que el cansancio es mucho menor.

El monitor más adecuado para el traductor debe tener una frecuencia de al menos 80 hercios, con el fin de reducir la fatiga visual al mínimo. Esto significa renunciar al 99% de las ofertas de promoción, que suelen introducir monitores de bajo coste en el "paquete". Sin embargo, se trata de una buena inversión, porque tiene que ver con la salud y el monitor es el componente más duradero del ordenador: es posible cambiar todos los componentes salvo la pantalla, ya que tiene una baja tasa de obsolescencia.

También es de gran importancia la postura del traductor ante la pantalla. Si se utiliza una mesa pequeña, un monitor grande quedará necesariamente muy cerca de los ojos, lo cual no es sano. La distancia entre los ojos y un monitor medio, como se indicó en la unidad anterior, debe ser de al menos un metro. Si la habitación que se utiliza carece de espacio para otras soluciones, las pantallas planas pueden ser una opción muy cómoda: se pueden situar en el borde posterior de la mesa, o incluso fijarlas a la pared. Es posible ahorrar así unos 35 cm de distancia a los ojos, es decir, la diferencia que existe entre los 45 cm de un monitor tradicional y los 10 cm de una pantalla plana.

La tarjeta de vídeo puede ser modesta, ya que son sólo las aplicaciones gráficas y los videojuegos los que exigen mayor capacidad. Las aplicaciones de tratamiento de texto, las memorias de traducción y los diccionarios no requieren grandes recursos gráficos.

Otros componentes esenciales para el traductor, que sin embargo los vendedores suelen pasar por alto, son el teclado y el ratón o mouse. El teclado es vital porque la salud de manos y brazos del traductor normalmente dependen de su ergonomía. La mayoría de los teclados económicos están diseñados principalmente para usuarios del ratón (por ejemplo, para videojuegos) y, en general, para aplicaciones que requieren pocas pulsaciones de teclado y muchas de ratón. Sin embargo, el traductor usa principalmente el teclado. Si, por ejemplo, produce 20 páginas diarias, o 6.000 palabras, deberá ejecutar unas 40.000 pulsaciones de teclado, sin contar las perdidas (errores de escritura, supresiones, reconstrucciones, teclas de función, etc.) Muchas de las dolencias relacionadas con la tecnología son dolores de manos y muñecas debidos a posiciones incorrectas, al roce continuo e involuntario de las palmas de la mano contra el borde del teclado o al uso de teclas defectuosas.

Es necesario que el traductor escoja un teclado y un ratón de gran calidad. La diferencia de precio puede ser llamativa (hasta del 900%), aunque, al tratarse de componentes relativamente baratos (por ejemplo, en comparación con la pantalla), realmente vale la pena NO economizar.

Las teclas deben tener un tacto suave (los dedos se someten a una verdadera tensión muscular, por lo que la pulsación de cada tecla, en sí mismo un movimiento insignificante en cuanto a consumo energético, al multiplicarse por el número de veces que se ejecuta a lo largo de una jornada genera una notable diferencia de consumo). No deben atascarse, debe ser posible limpiarlas con facilidad. El teclado no debería contener teclas inútiles añadidas por el fabricante para atraer a los consumidores ingenuos. Las aristas de las teclas deben ser tan redondeadas como sea posible, para que las manos se puedan desplazar rápidamente sobre ellas sin que exista contacto alguno que no se produzca entre las yemas de los dedos y las teclas. La mano tiene que poder volar sin obstáculos sobre el teclado.

Mi recomendación es que se utilicen los dos periféricos en versión inalámbrica, para que resulte más fácil utilizarlos junto con los muchos libros y obras de consulta de que se rodea el traductor.

El escritorio ideal es el que tiene forma de herradura, que permite al traductor sentarse en el centro. La profundidad, si se utiliza pantalla plana, puede ser de unos 70 cm, con las alas laterales de unos 50 cm y un espacio interior de un metro para la silla del traductor (con 25 cm libres a izquierda y a derecha del teclado; véase la ilustración). El plano sobre el que se sitúa el teclado deberá ser unos 15 cm más bajo que el escritorio, en tanto que la intersección de las diagonales del monitor debe estar a la altura de los ojos del traductor. Normalmente, para alcanzar esa altura suele ser necesario colocar el monitor sobre una peana.

La silla debe ser giratoria y de altura regulable, para poder seleccionar la altura en la que los codos quedan al nivel del teclado y reducir así la fricción perjudicial. Por otra parte, si la silla es muy elevada, sería necesario curvarse sobre el teclado, con el consiguiente dolor de espalda y de homóplatos. La solución ideal son las sillas noruegas sin respaldo, con una especie de soporte para las rodillas que obliga a una flexión de las piernas de 90 grados y a una inclinación del tronco de 120 a 135 grados. Esto impide adoptar posiciones incorrectas (véase la figura).

 

Descripción: a) monitor; b) plano del escritorio; c) plano del teclado; d) altura del codo del traductor; e) articulación de las rodillas en ángulo de 90°; f) plano de los ojos e intersección de la diagonal de la pantalla.

Hay tiendas en las que es posible adquirir componentes por separado y solicitar el montaje del equipo, o comprar componentes aislados a medida que sea necesario sustituirlos. Es una solución que evita incurrir en gastos excesivos.

En cuanto al sistema operativo, recomiendo adquirir el "penúltimo", no el más reciente, porque será más estable. La última versión suele estar plagada de fallos que se solucionan con "parches" sucesivos. Por lo tanto, puede ser mucho más seguro y económico comprar un sistema operativo de dos o tres años de antigüedad. Además, dado que la mayor parte de los programas se producen en EE.UU., es mejor obtener la versión original, pues las versiones localizadas suelen ser mucho menos estables.

 

BIBLIOGRAFÍA

FREUD SIGMUND, La interpretación de los sueños, traducción de Luis López-Ballesteros y de Torres, Alianza Editorial, ISBN 84-206-1036-4.

FREUD SIGMUND, The Interpretation Of Dreams, translated by A. A. Brill, Lon-don, G. Allen & company, 1913.


1 Freud 1900: 356.


 



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