En la unidad anterior se ha visto que en el proceso de aprendizaje de la lengua materna se
pasa del lenguaje subverbal al verbal de una manera mayormente inconsciente. La primera experiencia
de conciencia lingüística -percepción del conocimiento propio de un idioma- sucede en el colegio,
cuando se empieza a estudiar la gramática del idioma propio (que hasta ese momento se daba por hecho
y se consideraba un fenómeno natural que no era necesario cuestionar) y cuando uno se enfrenta a la
experiencia del aprendizaje de una o más lenguas extranjeras.
Quienes estaban habituados a hablar un idioma durante la infancia y se enfrentan a idiomas extranjeros
en edad escolar experimentan el "multilingüismo ". Por otra parte, quienes han aprendido más de un
idioma desde la cuna experimentan el "plurilingüismo"1 .
El ser -es decir, la conciencia individual de la identidad y de la relación con el entorno - y la
personalidad son muy influidos por el idioma. Aunque "suele ser el yo inconsciente antes que el consciente
el que depende de la experiencia lingüística"2, hay una relación muy fuerte y clara entre el yo y el
lenguaje. Sería, por tanto, legítimo argüir que cuando ocurre una experiencia plurilingüe, coexisten dos
yoes (y por ende una personalidad dividida, con tendencias esquizoides).
Los investigadores han estudiado la posibilidad de que existan trastornos psíquicos ligados al plurilingüismo,
pero sus resultados apuntan en una dirección completamente distinta:
[...] aun si existe una doble personalidad en un individuo bilingüe coordinado (o perfectamente bilingüe),
esta duplicidad no implica la presencia de rasgos patológicos sino, por el contrario, que dicha persona
disfruta de una riqueza profunda que no sólo le permite asimilar mundos diversos, sino también poseer
poderosos mecanismos de defensa 3.
La necesidad que suelen tener los individuos plurilingües (y en algunos casos los multilingües) de pasar
de un código (idioma) a otro, el denominado code-switching o cambio de código, es un mecanismo
positivo y fecundo e "indica una unidad fundamental de la estructura y la dinámica de la personalidad"4.
No hay, por tanto, peligro en la presencia de más de un yo, sino una suerte de meta-yo "que controla y
sintetiza los diversos comportamientos verbales y de comunicación que corresponden a los diferentes códigos
lingüísticos"5. El individuo plurilingüe posee una estructura psíquica más compleja y receptiva.
Algunos estudios efectuados con niños plurilingües demuestran que el cambio de código implica precocidad
en el aprendizaje -aunque incompleto- de las diferencias de los idiomas. A partir del momento en que un
idioma deja de ser un instrumento de uso espontáneo y se convierte en un objeto de reflexión, es decir,
cuando el idioma se emplea para describir un idioma, estamos hablando de "metalenguaje". En el caso de
los niños plurilingües es pertinente, pues, hablar de una "conciencia metalingüística"6.
El sujeto que es plurilingüe desde la infancia generalmente alcanza un grado más elevado de desarrollo
metacognitivo y metalingüístico que los sujetos monolingües7.
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La diferencia fundamental entre el aprendizaje de la lengua materna durante la infancia y el aprendizaje
académico de las lenguas extranjeras (o el estudio detallado y racional de la lengua materna) sólo está
determinada por el grado de percepción del individuo.
Durante la fase cognitiva, la persona que aprende un idioma extranjero se empeña en una
actividad mental consciente con el objetivo de hallar significado en la lengua [¿]. El proceso
interno que tiene lugar en estas fases puede explicar el esfuerzo consciente que se experimenta en
el aprendizaje de los contextos lingüísticos diferentes8.
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Si inicialmente el niño debía aprender a conectar sonidos y conceptos, sonidos y afectos, el sujeto que
aprende un idioma extranjero se ve dotado de una conciencia lingüística:
El ser humano que habla/escucha es consciente de su yo como agente comunicante. La habilidad
lingüística no es más que percepción y control totales de sí mismo [...] debe quedar claramente
establecido que la conciencia lingüística no guarda relación alguna con el egotismo ni el narcisismo9,
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y esto se debe a que, al ser un instrumento de comunicación con el resto del mundo, es al mismo tiempo una conciencia
centrada en sí mismo y en los demás.
Cuando un individuo multilingüe aprende un idioma ajeno en el colegio, vive en realidad una experiencia
metalingüística: ya nada será automático ni espontáneo, casi todo estará sujeto a reglas definidas claramente
que deben aprenderse de manera racional. Incluso en este caso, el componente afectivo es muy importante: la
relación con el profesor y el entorno en el que se aprende el idioma determinarán en gran medida la actitud del
alumno frente al aprendizaje de un idioma extranjero. Los mejores resultados se obtienen cuando hay una relación
estrecha y positiva (en una especie de transferencia didáctica) con el profesor o la persona de quien se aprende
el idioma, o cuando existe un vínculo fuerte (estético, ideológico o afectivo) con la cultura o los países en los
que se habla ese idioma.
Las actitudes personales, socioculturales, lingüísticas -como conjuntos cognitivo-afectivos-, pueden
estar relacionadas [...] con la posición o reacción del receptor. Un mensaje es principalmente un estímulo
y una respuesta, condicionados por el tono afectivo de su contenido [...] Los sentimientos y las emociones
rara vez están ausentes de las formas verbales, aunque en ocasiones puedan parecer totalmente fingidos [...]
los sonidos de una lengua pueden transmitir valores simbólicos o recuerdos emotivos [...]10.
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Según los estudios más recientes de la psicología cognitiva, almacenamos la información en una memoria de corto
plazo (también llamada memoria operativa) o en una memoria de largo plazo. La información, por ejemplo la de tipo
lingüístico, se elabora en cuatro fases: selección, adquisición, construcción de vínculos internos e integración de
información nueva y antigua en la memoria de largo plazo.
Por esto causa perplejidad la publicidad de cursos de idiomas que ofrecen el rápido aprendizaje de un idioma extranjero
con una cantidad inverosímil de vocablos. A menudo, cuando la memorización es muy rápida pero sucede en un contexto
emocionalmente estéril, la conexión con lo aprendido es tan débil que genera confusión y no alcanza el tiempo
suficiente para depositarse en la memoria de largo plazo. Como dejó dicho T. S. Eliot en The Love Song of J.
Alfred Prufrock:
In a minute there is time
For decisions and revisions which a minute will reverse11.
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Con las debidas excepciones, puede afirmarse que cuanto más rápido sea el proceso de aprendizaje y más reducido el
contexto emocional en el que se produce (o si se produzca en un contexto negativo), más inestable será el proceso
de aprendizaje.
La capacidad lingüístico-comunicativa en dos idiomas/culturas sólo adquiere calidad de patrimonio valioso
para el comunicante cuando la personalidad es completa en sus dimensiones performativa, cognitiva y
profundamente consciente y puede, por tanto, controlar los dos sistemas de comunicación12.
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Cuando un idioma pasa a formar parte de la propia identidad, el cambio de código puede convertirse en una modalidad
tanto de adaptación como de expresión. Pasa a ser una opción psicológica que procede de lo más profundo del yo de
quien habla. Esto se ha demostrado en estudios realizados en comunidades de habla hispana como lengua materna,
insertas en países angloparlantes13.
Es posible encontrar este tipo de code switching o cambio de código en ciertas obras literarias, como en el poema
siguiente:
Quiénes somos
it's so strange in here
todo lo que pasa
is so strange
y nadie puede entender
que lo que pasa aquí
isn't any different
de lo que pasa allá
where everybody is trying
to get out
move into a better place
al lugar where he can hide
where we don't have to know
quiénes somos
strange people of the sun
lost in our awareness
of where we are
and where we want to be
and wondering why
it's so strange in here 14
Apropiarse de una lengua extranjera, como se ha visto, es una experiencia muy densa y profunda. Al mismo tiempo,
para quienes no han nacido plurilingües, representa la ocasión de adquirir conciencia de los conocimientos
lingüísticos propios. En unidades siguientes se analizarán los procesos mentales relacionados con la lectura,
la escritura y, por último, la traducción.
BIBLIOGRAFÍA
ELIOT T.S. Collected Poems 1909-1962, London Faber and Faber, 1975. 1ª ed. 1963. ISBN 0-571-10548-3
ORTIZ VÁSQUEZ P. Quiénes Somos, en The Bilingual Review/La Revista Bilingüe, n. 2, 1975, p. 293-294.
POPLACK S. Sometimes I'll start a sentence in Spanish y termino in Español: toward a typology of code-switching,
en Linguistics, n. 18, 1980, p. 581-618.
TITONE R. On the Bilingual Person, Ottawa-New York, Legas Publications, 1995.
1 Titone, p.48-49.
2 Titone, p. 37.
3 Titone, p. 42.
4 Titone, p. 43.
5 Titone, p. 88.
6 Titone, p. 88.
7 Titone, p. 186.
8 Titone, p. 21.
9 Titone, p. 28.
10 Titone, p. 28.
11 Eliot 1975, p.14.
12 Titone, p. 177.
13 Poplack 1980.
14 Ortiz Vásquez 1975, p.193-294.
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EN LA RED (inglés)
T. S. Eliot (1888-1965)
The Love Song of J. Alfred Prufrock (T. S. Eliot - 1917)
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