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1 - La reexpresión del original

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"(...) allí vivían gentes del más variado origen, en un día se podían oír siete y ocho lenguas diferentes. Además de los búlgaros (...) había muchos turcos (...) y lindando con este se hallaba el barrio de los sefardíes (...) Había griegos, albaneses, armenios, gitanos (...) mi nodriza era una rumana. Había también algún que otro ruso"1.

Ya en 1963, el gran padre checo de la traductología, Jiri Levý, había realizado afirmaciones en el clásico Umení překladu que conducían los estudios de traducción hacia una concepción más amplia, en la que la traducción interlingüística se situase también en una óptica extralingüística y, más genéricamente, semiótica. Esto puede verse en el hecho de que él considera al escritor —el autor del prototexto— un traductor de la realidad, de modo análogo al traductor interlingüístico, que traduce un original que es a su vez una traducción de la realidad. Así, el traductor interlingüístico sería un "traductor al cuadrado".

Del autor del original se espera una expresión artística de la realidad; del traductor, una reestilización [en checo: přestylizace] artística. El traductor expresa su talento antes que nada como artista de la palabra, en consecuencia, debe ser en primer lugar un estilista2.

Esta afirmación presupone que el traductor interlingüístico interpreta la realidad del prototexto de modo subjetivo (como lo hace el autor con el material que utiliza para su propia creación) y que la traducción tiene una poderosa influencia del estilo personal, del idiolecto del autor.

La realización práctica de una versión se basa, según Levý, en tres puntos focales:

  1. la interrelación de dos sistemas lingüísticos;
  2. la influencia del idioma del original en la textura artística del metatexto;
  3. el estilo forzado de la traducción, provocado por la traducción de una idea a un idioma distinto de aquel en que se originó;

Analicemos esos tres aspectos.

Cuando Levý habla de la relación recíproca vigente entre los dos sistemas lingüísticos, se refiere implícitamente a los dos sistemas culturales. No se limita a considerar el aspecto superficial del sistema lingüístico como código autorreferencial; también analiza los aspectos de la relación con la realidad, con la cultura en la que nace y se desarrolla. De hecho, se preocupa de dejar claro que la relación que se establece entre un texto y la cultura que lo genera —la cultura general del entorno, la cultura individual del autor, las corrientes culturales a la que está expuesto— es una relación imposible de recrear en ningún otro idioma o cultura:

La lengua del original y la de la traducción no son inmediatamente conmensurables. Las posibilidades lingüísticas de los dos idiomas no son "equivalentes", y por eso no es posible traducir de manera mecánica. Los significados precisos y la calidad estética de las palabras no se corresponden recíprocamente. Por eso, cuanto más importante es el papel del idioma en la estructura artística de un texto, más difícil es traducirlo; naturalmente, la traducción poética dispone de mayor licencia y de mayor tensión respecto a la textura3.

De este primer análisis se obtiene que el metatexto se caracteriza por un menor grado de espontaneidad y naturalidad (y si se aprecia espontaneidad, será falsa, pues será la elaboración artificiosa de un texto que se originó espontáneamente, en otra cultura, obedeciendo a criterios distintos y a una coherencia diferente). Levý aporta algunos ejemplos de concepciones distintas de aspectos culturales cotidianos.

Por ejemplo, la manera de contar las plantas de un edificio. Los norteamericanos y los rusos consideran que la planta que está a nivel del suelo exterior es la primera, en tanto que para otras culturas se trata de la planta baja, y la primera planta es la que está sobre ella. Otro ejemplo que da Levý es la segmentación del día en dos culturas, la alemana y la inglesa:

alemana

inglesa

Nacht

night

Morgen

Morning

Vormittag

 

Nachmittag

Afternoon

Abend

Evening

Nacht

Night

Además, existen diferencias aún mayores en la manera de referirse a los hermanos y las hermanas en cuatro culturas analizadas4:

 

húngara

inglesa

alemana

indonesia

hermano mayor

bâtya

brother

siblings

Bruder

Geschwister

sudara

hermano menor

öccs

hermana mayor

nene

sister

Schwester

hermana menor

hug

Estas diferencias no siempre pueden resolverse con los conocimientos y la habilidad del traductor, porque cada cultura tiene un grado de precisión distinto para expresar conceptos en ámbitos determinados.

En general, se puede decir que los léxicos de los distintos idiomas se caracterizan por una concentración distinta de términos para expresar campos diferentes de la realidad y, en consecuencia, la posición de los representantes de la realidad de las dos lenguas se articula con un grado de precisión diferente5.

En la ilustración, tomada del libro de Levý, a la izquierda se lee «lingua A» y debajo «lingua B». En la parte superior, tres letras del alfabeto representan tres "segmentos" abstractos de la realidad. A la derecha se indica la posibilidad de avance indefinido de la progresión.

Las rayas verticales representan la presencia en una cultura, por ejemplo, de siete alternativas léxicas en la cultura A comparadas con dos en la cultura B (segmento semántico a), de doce alternativas léxicas en la cultura A en comparación con cinco en la cultura B (segmento semántico b), de dos alternativas léxicas en la cultura A frente a diez en la cultura B (segmento semántico c).

En consecuencia, hasta una traducción muy buena es siempre resultado de un acomodo. Las posibilidades sintácticas y léxicas de cualquier idioma imponen limitaciones precisas la trabajo del traductor en la fase de escritura. Para hacer frente a la situación arriba expuesta, el traductor debe movilizar todos los medios a su disposición. Cuando el autor del original utiliza medios expresivos que le son más próximos, que surgen contemporánea e indisolublemente del asunto sobre el que expone sus ideas, el traductor debe recurrir a modalidades expresivas que pueden también serle extrañas y que muchas veces podrían estar relegadas a los márgenes de la producción literaria original local. Por este motivo, se puede afirmar que el traductor va más allá de los límites de la experiencia de la literatura original.

En cuanto al segundo punto, la influencia del original en el metatexto puede ser directa o indirecta. La influencia directa negativa se manifiesta en construcciones mediocres, préstamos y falta de medios expresivos de los que carece el idioma del original.

Por otra parte, la influencia indirecta de la lengua del original se mide por la frecuencia con que el traductor se desvía de los rasgos estilísticos del prototexto que considera neutros, derivados directamente de su estructura gramatical. En esencia, un traductor experto, para evitar calcos y formas derivadas de la estructura gramatical distinta, se desvía sistemáticamente de ellos, para que al final su traducción contenga una cantidad de rasgos gramaticales típicos del prototexto inferior a la de los textos creados espontáneamente en la cultura receptora.

Si, por ejemplo, se traduce del ruso y el traductor es consciente (tal vez excesivamente) de que existe una serie de adverbios formados con prefijos negativos, como por ejemplo nedalekò, "no lejos de", tenderá a no traducir nunca nedalekò como "no lejos de...", sino siempre como "cerca de" o "próximo a", cuando en realidad esa forma, "no lejos de", más parecida a la del adverbio ruso, es perfectamente posible en el idioma receptor

La literatura traducida se configura, por todas estas razones, como un sistema en sí mismo, dotado de características comunes, como ya había intuido Gideon Toury.

 

BIBLIOGRAFÍA

CANETTI ELIAS Die gerettete Zunge. - Die Fackel im Ohr. - Das Augenspiel, München, Carl Hanser Verlag, 1995, ISBN 3-446-18062-1.

CANETTI ELIAS Historia de una vida. La lengua salvada. Historia de una juventud. Traducciones de Genoveva Dieterich, Juan José del Solar y Andrés Sánchez Pascual. Galaxia Gutenberg - Círculo de Lectores, 2002.

LEVÝ JIŘÍ, Umení překladu, Praha, Ceskoslovenský spisovatel, 1963. Traducción rusa de Vladìmir Rossel´s, Iskusstvo perevoda, Moskvà, Progress, 1974.


1 Canetti 1999: 8.
2 Levý 1963 (1974): 77.
3 Levý 1963 (1974): 77.
4 Levý 1963 (1974): 80.
5 Levý 1963 (1974): 81.


 



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