13 - Adaptación (cuarta parte)
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«[...] para describir al personaje tomé y adorné y recompuse algunos rasgos físicos de la persona, y eso indujo a confusión sin duda a los superficiales» 1.
"[...] in order to describe the fictional character I selected and embroidered upon and shifted around certain physical attributes of the real person, which must have been what led superficial readers into confusion"2.
En la unidad 11 vimos que en una cultura puede existir o no una metaconciencia cultural: los ciudadanos pertenecientes a una cultura (ya sea la de un bar, una fábrica, un colegio, un club o un sindicato) pueden ser conscientes de habitar un rincón que difiere del resto del mundo por una serie de características adquiridas, o pensar que todo el mundo es igual, nada más que una extensión territorial de los usos, las costumbres y los datos implícitos presentes en su propio microcosmos.
Los dos factores que determinan en gran medida la inclinación de uno de estos dos polos de la constante aislamiento frente a conciencia comunicativa son la ignorancia o el conocimiento de culturas distintas de la propia, y la necesidad y el deseo más o menos intenso de comunicarse con el mundo exterior. Si se desea, es posible localizar los elementos de las relaciones interculturales que son comunes a las relaciones interpersonales: en un extremo podemos situar la tendencia autista a interesarse sólo por lo que está presente en el interior del grupo, en una manifestación de solipsismo o hermetismo. En estos casos, la cultura ajena se niega o minimiza. Con el incremento de la sociabilidad, se multiplican las estrategias destinadas a adaptar la cultura propia a la ajena y viceversa.
Todos los miembros de una cultura que se esfuerzan por dar a conocer la cultura propia en el exterior y las exteriores en la propia realizan funciones traductivas y encarnan la cultura fronteriza 3. Dicha función traductiva no es sólo lingüística, sino con frecuencia también lingüística, porque cada grupo tiene su léxico, su vocabulario propio, que refleja la peculiaridad de lo inexpresado en la cultura específica del grupo.
En este sentido mucho más amplio que el meramente técnico, la traducción es un instrumento para el crecimiento y la fecundación recíproca entre culturas. La lectura de una sola realidad desde distintos puntos de vista enriquece enormemente la capacidad cognitiva y sugiere otras lecturas distintas y otras soluciones para los problemas. Ejemplo de esto podría ser la lectura de una crónica sobre España en un periódico de EE.UU. Sin duda, la lectura de la realidad sería muy distinta de la que se hace desde el interior, al estar filtrada por las clasificaciones y sistemas de valores de la cultura estadounidense. El mismo tipo de extrañamiento sentiría el norteamericano que leyera la crónica de Estados Unidos en un periódico español. Dicho extrañamiento está producido por la adopción de un punto de vista inédito y es un de los procedimientos literarios fundamentales señalados por los formalistas rusos4.
La presencia de una tendencia centrífuga o centrípeta en las relaciones entre dos grupos, es decir, la curiosidad o la apropiación, depende también de las relaciones de fuerza existentes entre los dos grupos. El mayor o menor interés recíproco está determinado por la idea de sí mismo del grupo y por su consideración hacia los elementos ajenos. Es sabido que para los griegos los demás pueblos eran bárbaroi, "balbuceantes", "bárbaros", en tanto que para los eslavos la población germánica con la que compartían la frontera occidental eran nemcy, es decir, "mudos". Los griegos tenían un elevado concepto de sí mismos (tal vez no injustificado), por lo que tendían a considerar menos evolucionadas o inferiores a las culturas que no contaban con tradiciones sociales y políticas comparables. Los eslavos no creían que los pueblos no eslavos hablaran un lenguaje diferente, sino que llevando su punto de vista al extremo absoluto, pensaban que eran totalmente incomprensibles e incapaces de hablar. En casos así, ¿cómo se produce la adaptación? Dejo a criterio del lector decidir si es una adaptación de curiosidad transparente por la diferencia o si es asimilación.
También existe el caso de culturas hegemónicas que ejercen una influencia muy fuerte sobre sus satélites. En la actualidad, la cultura española sigue, en ciertos aspectos, la de Estados Unidos. En España proliferan las películas y libros norteamericanos, mucho más que a la inversa. Puede formularse un análisis similar si observamos la cantidad de términos ingleses que se incorporan al español.
Son fenómenos que, como vemos, tienen profundas consecuencias también en la manera en que unas culturas se adaptan a otras.
La primera adaptación traductiva de los fenómenos culturales es preventiva, y consiste en las expectativas que tiene una cultura respecto a los fenómenos externos. Estas expectativas suelen surgir de una situación de prejuicios no declarados y a veces no del todo conscientes. Una película rusa de tres horas de duración se considerará, apriorísticamente, aburrida, mientras que Lo que el viento se llevó, a pesar de sus 222 minutos, goza del prestigio de película de culto. Si transferimos el análisis de la duración de las películas a la duración de las secuencias, la de un fotograma es suficiente para impacientar al espectador, habituado de manera inconsciente al canon estadounidense de fotogramas rápidos.
Se puede hablar de "periferia" o "centro" del polisistema cultural en referencia a la marginalidad/centralidad de una cultura respecto a otra. En el ejemplo acerca de Estados Unidos hemos recurrido a una cultura nacional, pero podemos plantear argumentos parecidos en referencia a la cultura del libro comparada con la del cine o la del teatro. Cuanto más marginal es una cultura, menor estabilidad tiene a causa de su mayor exposición a las influencias externas. Por el contrario, a mayor centralidad, más estabilidad.
Existe un grado variable de innovación en un sistema cultural inserto en el conjunto de la cultura. El carácter innovador puede derivar de una de tres condiciones de la cultura: 1. se trata de un sistema aún no cristalizado, de una cultura joven abierta a estímulos exteriores procedentes de otras culturas; 2. es una cultura periférica en comparación con las dominantes a escala mundial, o es endeble, o las dos cosas; 3. atraviesa una fase de renovación, crisis o esterilidad 5.
Ejemplo de la ubicación periférica o central de un sistema dentro de la cultura es la propia ciencia de la traducción. Durante mucho tiempo el estudio de la traducción se ha considerado un aspecto más de la amplia investigación lingüística. Se consideraba que la traducción no era más que la transposición de un texto de un idioma a otro (la "traducción interlingüística" de Jakobson). Como consecuencia, la posición del estudio de la traducción era periférica en relación con el sistema central de la lingüística.
Cuando Jakobson abrió el camino al estudio de la traducción con una perspectiva no puramente lingüística sino, en términos más generales, semiótica, incluyendo también el concepto básico de "traducción" como transferencia de naturaleza no lingüística o no interlingüística, la traducción siguió siendo un concepto periférico, aunque en relación con varios sistemas y no sólo con el lingüístico. Así, empezó a conquistarse una fisonomía autónoma. En las dos últimas décadas del siglo XX hubo un extraordinario incremento de la producción de textos que tenían la traducción como tema central. No es casual que en el mismo periodo la disciplina empezara a buscar denominaciones6.
Con el nuevo siglo, se intentó desde muchos ángulos introducir el concepto de la traducción en el centro del sistema cultural semiótico: siguiendo la estela de Lotman, Gorlée y Torop hablaron de la "traducción" como concepto fundamental de la propia semiótica. Así pues, la traducción ha recorrido todo el camino que va de la periferia al centro de la cultura de la comunicación.
Al margen de las muchas razones teóricas para abarcar los aspectos extralingüísticos en la esfera de la "traducción", hay también razones prácticas7. Por ejemplo, en Eugene Onegin, de Pushkin, al hablar de la costa de Nevà, escribe "tam nekogda gulyal i ya", que más o menos, desde el punto de vista estrictamente lingüístico, significa "solía pasear por aquí". Sin embargo, si uno toma en cuenta el significado del verbo gulyat´ en la cultura de Pushkin y de sus contemporáneos, comprende que la traducción meramente lingüística es limitada. "Gulyat´" también puede significar "divertirse", "pasarlo bien", "relajarse": Por lo tanto, la frase del narrador adquiere nuevos significados en función del enfoque cultural o lingüístico adoptado por el traductor.
No siempre es fácil tener conciencia del contenido implícito de la propia cultura. Lo cultural inexpresado es una especie de inconsciente colectivo (aunque no universal como el postulado por Jung), y sólo la relación con culturas diferentes puede ayudarle a salir a la superficie. Un joven que espera el ascensor con las manos metidas en los bolsillos escandaliza a una dama rusa de la alta sociedad. Mientras alguien no le comente que en España no se considera de mal gusto que un hombre lleve las manos en los bolsillos, a ella no se le ocurrirá expresar de manera clara una regla no escrita: "En presencia de las damas los hombres no deben llevar las manos en los bolsillos".
El interés recíproco varía en función de las relaciones de poder existentes entre dos culturas. Por ejemplo, una cultura periférica estará muy predispuesta a entender, con el mayor detalle, el funcionamiento de la cultura "central" de la que es satélite. En este caso, el adaptador/mediador tiene un lector modelo interesado y cuenta con la posibilidad de explicar lo que no es inmediatamente claro. Por el contrario, cuando el texto de una cultura periférica se traduce a una cultura central, el lector modelo tiende a mostrar un interés mucho menor por descubrir las diferencias y novedades.
En unidades anteriores hemos visto que hay dos actitudes básicas en las relaciones entre culturas: existen culturas dominantes que ejercen una fuerte influencia sobre las otras y que tienden a interesarse menos por lo que sucede fuera de ellas, o a leer lo que acontece en culturas diferentes a través de sus propios parámetros y categorías. Por otra parte, hay culturas satélite que, debido a múltiples razones, se fijan mucho en una o más culturas dominantes y tienden a importar de buen grado los modelos de dichas culturas, adoptándolos como elementos ajenos.
En la relación con un elemento ajeno a la cultura propia, las dos actitudes pueden resumirse de este modo: cuando se adopta el elemento ajeno negándole la identidad de extraño, adueñándose de él como si hubiera surgido de la cultura receptora, la mayor preocupación del mediador radica en la aceptabilidad del elemento por parte de la cultura receptora; si el elemento ajeno se importa manteniendo su identidad de elemento procedente de la cultura externa, la mayor preocupación del mediador es la posibilidad de adecuación del texto importado en relación con su identidad en la cultura de origen8.
Una adaptación centrada en la aceptabilidad del texto por parte de la cultura receptora corre el riesgo de borrar su identidad, el origen del texto, de que se olvide que se trata de un texto importado y traducido que en su cultura de origen tiene una identidad precisa. De este modo, todas las características del texto que podrían hacerlo aparecer distinto se borran o embotan y la cultura que lo recibe no se enriquece con elementos nuevos, nuevas categorías ni nuevas maneras de concebir el mundo.
La adaptación centrada en la adecuación del texto a la cultura de origen corre el riesgo de hacerlo difícil de digerir para el lector modelo, pero si tiene éxito es un canal muy importante para importar elementos ajenos a la propia cultura, enriqueciéndola. Todas las características y los vínculos intertextuales del original se trasvasan a la cultura receptora como elementos ajenos, que se comparan con los elementos locales y, como sabemos, de esa comparación surge la conciencia de la identidad y de las diferencias.
BIBLIOGRAFÍA
EVEN-ZOHAR I. Polysystem Studies, in Poetics Today, 11, 1, Tel Aviv, The Porter Institute for Poetics and Semiotics, 1990, ISSN 0333-5372.
MARÍAS J. Negra espalda del tiempo, Punto de lectura, 2000 (edición original de 1998), ISBN 84-663-0007-7.
MARÍAS J. Dark Back of Time, New York, New Directions, 2001 (translated by Esther Allen), ISBN 0-8112-1466-4.
TOROP P. Translation As A Working Principle Of Culture. Cultural Semiotics: Cultural Mechanisms, Boundaries, Identities. Tartu 26.02-2.03.2002.
TOURY G. Descriptive Translation Studies and Beyond, Amsterdam-Philadelphia, Benjamins, 1995, ISBN 90-272-1606-1.
1 Marías 2000, p. 41.
2 Marías 2001, p. 34.
3 unidad 29 de la primera parte.
4 unidad 39 de la segunda parte.
5 Even-Zohar 1990.
6 Traductologie, Übersetzungwissenschaft, Translation Studies, perevodovedenie.
7 Delabastita.
8 Toury 1995.
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