"Primero de un tirón, para que se hiciera una idea general, luego una segunda vez, por partes y con un lápiz en la mano para valorar críticamente los detalles y darme su opinión"
1.
En la
unidad anterior de esta parte del curso se ha visto el papel que pueden desempeñar las notas del traductor en el conjunto de la estrategia traductiva. En esta unidad analizaremos con atención cómo preparar concretamente dichas notas de conformidad con la normativa internacional existente.
Las notas añadidas al texto tienen por fin ofrecer información complementaria que, si se sitúa dentro del texto principal, puede resultar farragosa o difícil de leer. Las notas representan la aspiración de convertir un texto lineal en hipertextual. En realidad, se puede considerar que el hipertexto es un texto lineal dotado de muchas referencias, de muchas notas que, en lugar de ir a parar al fondo de la página, evolucionan con otros textos, referencias y vínculos con otras partes del texto.
Si, por un lado, se puede entender la conveniencia de insertar notas breves, concisas y esenciales, por otro se puede pensar que dicho recurso es anticuado, perteneciente a una época en la que la lectura transversal que permiten los hipertextos parecía transgresora y negativa. Sin embargo, en la actualidad nos encontramos a diario con el hipertexto por excelencia, que es Internet, por lo que dicho tipo de lectura nos parece absolutamente normal.
Las notas se dividen en dos grandes categorías: las bibliográficas y las explicativas. Respecto a las notas bibliográficas,
la norma ISO 2384 sobre traducción contiene un párrafo sobre las notas de traducción que dice:
Se podrán traducir los títulos de obras y artículos citados en notas, notas a pie de página, referencias bibliográficas o notas del traductor, en cuyo caso se recomienda incluir a continuación la citación en idioma original encerrada entre paréntesis. (ISO 2384: 3)
Por lo tanto, en cuanto a las notas bibliográficas, la norma ISO recomienda conservar los datos en el idioma original. La traducción se plantea, pues, como una posibilidad y no una necesidad. La conservación de los datos bibliográficos en el idioma original es fundamental, pues si se tradujeran el lector podría no llegar a saber a qué obra se hace referencia
2.
Además de aportar los datos bibliográficos, el traductor puede, y en ciertos casos debe, intervenir con sus propias notas, de carácter más explicativo que bibliográfico. Veamos qué dice la norma ISO al respecto:
Los comentarios del traductor se pueden ubicar a pie de página o al final de la traducción. Deberán ir precedidos de las palabras "Nota del traductor" o de una frase correspondiente en la lengua de la traducción. (ISO 2384: 3)
Es importante mantener la distinción entre las notas del traductor y las del autor o de la publicación original. Por eso es necesario especificar siempre que se trata de notas del traductor. Esto se incluye en la
recomendación referente a las modificaciones del texto: se debe indicar toda adición u omisión realizada por el traductor, y en la página referente a los derechos de autor se debe indicar si se trata de una traducción completa o parcial.
Muchos programas de tratamiento de textos permiten crear en el mismo documento notas a pie de página o al final del documento de manera independiente. Así, es posible numerar las notas al pie y las notas al final del documento de manera independiente, sin que las numeraciones interfieran entre sí. Se trata de una herramienta muy útil para los traductores. De hecho, los autores rara vez utilizan la herramienta de notas al pie para crear notas explicativas. Prefieren incorporar las notas en el texto mismo. Lo más habitual es que el autor utilice las notas al final para argumentaciones complementarias o información secundaria que no va dirigida al lector común, sino a los que estén especialmente interesados en un asunto determinado.
En tal caso, lo más conveniente, en mi opinión, es conservar intacta la numeración de las notas originales y crear un nuevo sistema de numeración para las notas al pie introducidas por el traductor.
En realidad, el final de la página es el punto más adecuado para las notas del traductor: situarlas allí indica que son indispensables para avanzar en la lectura, y carecería de sentido obligar al lector a buscar la información necesaria para seguir el hilo de la argumentación al final del texto. Por otra parte, si el traductor desea añadir notas en el metatexto que no sean indispensables para continuar la lectura, puede hacerlo en otra parte, por ejemplo en una nota final.
Dicha interpretación de la concisión y la esencialidad de las notas al pie también es compartida por las normas estadounidenses (que a diferencia de las internacionales ISO, se publican gratuitamente en Internet, en lo que constituye una expresión de gran civilidad e inteligencia que facilita el conocimiento de las normas. Por su parte, ¿cómo podría ISO exigir que una entidad o persona se tome la molestia de tener en cuenta su normativa, si para acceder a ellas el primer obstáculo es adquirirlas a un precio elevado?)
Las notas al pie de página y al final del documento se incluyen sólo como aclaración de la información del texto y deben tener la máxima brevedad posible. Para evitar la inserción de notas al pie o finales, el autor puede incorporar al texto material entre paréntesis o en un párrafo aparte. (ANSI/NISO 1995: 21)
Para los números que en el texto hacen referencia a las notas al pie se utiliza un tipo de letra más pequeño y en posición de superíndice. En cuanto a las citaciones, los números que hacen referencia a las notas al pie se deben situar inmediatamente detrás de las citas (si éstas son breves) o a continuación de la última palabra de la cita larga, con tipo de letra reducido.
Las notas del traductor son una de las pocas evidencias de la presencia de este segundo autor del texto. Por lo tanto, todas las estrategias traductivas que contribuyen (o quizá debería decir "contribuían", con la esperanza de que se vayan convirtiendo en un fenómeno del pasado) a la invisibilidad del traductor ¿presentando el texto traducido como si fuera un original¿ carecen de notas del traductor. Por esa razón, a veces las notas del traductor se perciben como un instante de afirmación de un papel que ya no está confinado al trastero del editor, o detrás de las cortinas de oficinas y viviendas en las que se realizan las traducciones, a todas horas del día y de la noche, en silencio y de manera discreta.
BIBLIOGRAFÍA
ANSI/NISO Z39.18-1995 Scientific and Technical reports - Elements, organization, and design. Bethesda, Maryland, Niso Press, 1995, ISSN 1041-5653.
CANETTI ELIAS Die gerettete Zunge. - Die Fackel im Ohr. - Das Augenspiel, München, Carl Hanser Verlag, 1995, ISBN 3-446-18062-1.
CANETTI ELIAS The Tongue Set Free. Remembrance of a European Childhood, traducido por Joachim Neugroschel en The Memoirs of Elias Canetti, New York, Farrar, Straus and Giroux, 1999, ISBN 0-374-19950-7, p. 1-286.
CANETTI ELIAS Historia de una vida. Traducciones de Genoveva Dieterich, Juan José del Solar y Andrés Sánchez Pascual. Galaxia Gutenberg - Círculo de Lectores, 2002.
INTERNATIONAL STANDARDS ORGANIZATION, NORMA 2384.
1 Canetti 1999: 275.
2 Es distinto, por supuesto, el caso del aporte de bibliografía con datos sobre el texto traducido a la cultura receptora. En esta ocasión no existe la traducción de los títulos, sino su sustitución por los títulos con los que las obras se comercializan en el idioma al que se realiza la traducción.